domingo, 30 de septiembre de 2018

UN PARE…


Fue momento de hacer un pare. No toda la noche podían ser números, líneas y colores deslizándose, ni botones de calculadoras oprimiéndose en la búsqueda de resultados. Fue momento de hacer un pare porque una nueva teoría se le debía plantear a la física, a la química, a la anatomía; quizás de ella se derivase una nueva ecuación de la cual solo conocía su constante.

Fue momento de hacer un pare mientras vivo tu recuerdo - ¡Sí!  ¡paré al recordarte! -  desde pequeño entendí que las sensaciones había que disfrutarlas y en este momento tú eres una de ellas. Fue momento de hacer un pare y entender porque Albert Einstein prefería dormir sólo un poco y seguir con sus teorías. No lo sé, quizás el también recordara e intentaba encontrar la ecuación indescifrable de la cual solo se conoce la constante y que es tan incierta y riesgosa que sólo se puede vivirle.

Quizás no sólo fuera Einstein, talvez también Copérnico, Galileo, Nietzsche ¿Por qué no? Quizás eso de los unicornios no sea tan loco comparado con la incertidumbre que genera esa sensación. Y sí, fue momento de hacer un pare, no para detenerse del todo, Sí no para vivirte, porque si hay algo seguro en esta incierta ecuación, es que tú eres la constante, una de un tipo que al derivarle, integrarle o exponerle al mismo Bing Band sigues siendo tú.


-John J. Lemus-


ESTA ES PARA TÍ


Y no, hoy no estaba lloviendo, no siempre es necesaria la lluvia para escribir. Hoy me asome desde mi balcón y allí estaba ese bello atardecer de domingo, radiante; esa luz me hizo recordarte, recordar tus juegos, recordar tu llanto, recordar la forma cómo me llamas. Entonces comencé a extrañarte de nuevo, sanamente, sin desesperación. Extraño tu forma de correr porque me ha enseñado a seguir adelante. Extraño tu forma de recostarte porque de ella he aprendido a disfrutar de los descansos. Extraño tu forma de patear porque con ella comprendí que no siempre la fuerza lo puede todo.

Extraño los momentos contigo, en ellos me complementas. Lo acepto, si eso de la media naranja es verdad, Tú no eres media para mí, eres el árbol entero. No sé si me entiendas, pero eres parte de mí, mis manos te han tocado, mis ojos te han observado y mis oídos escuchado, desde la cuna estás cantando los cánticos de la vida. Aún reposa en mí el aroma de tus perfumes y en mi memoria aún se guardan nuestras noches de bailes.

Los años se pasan rápido, y vamos creciendo y a veces alejándonos, inclusive ahora es incierto cómo reaccionaras al leer esto, pero sabrás qué ESTA ES PARA TÍ.
-John J. Lemus-

SÍ LO LEEN...

Este fragmento quizás sólo hable de ti. Y no sé si alguien más le quiera leer, pero si lo hacen es importante que también lo sepan. Qu...